La rana se convierte ... en una rana!

1. Programa muy dificil
2. Todos los pasos están interconectados.
3. "Cambiar" no significa "evolucionar"
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Adrian Bates
Traducción: Alexey Kalko ( creacionista.in.ua )
Traducido con permiso creation.com

La rana se convierte en un príncipe sólo en un cuento de hadas. Pero, ¿no demuestran evolución las transformaciones que ocurren con una rana durante su ciclo de vida? ¡Desde un renacuajo parecido a un pez (incluso con una agalla), una "rana bebé" se "transforma" rápidamente en una forma completamente nueva para comenzar una forma de vida radicalmente nueva! La boca se ensancha, la cola se disuelve, pero se forma una lengua "elástica" para atrapar moscas, y aparecen las fosas nasales y los ojos que sobresalen se desplazan a otro lugar de la cabeza. Finalmente, cuando los pulmones finalmente maduran y las cuatro patas crecen, este renacuajo maduro celebra su "mayoría de edad" saltando fuera del agua para vivir en tierra ahora.

Esta sorprendente transformación (metamorfosis) está lejos de ser simplemente externa. Prácticamente todos los órganos y sistemas del cuerpo sufren una reestructuración radical. 1 , 2 Por ejemplo, se necesita una reconfiguración completa del sistema nervioso para manejar órganos nuevos o reprogramados: ojos, oídos, patas, lengua, etc. Una reorganización similar también debería ocurrir a nivel bioquímico. Cambios de hemoglobina en la sangre, 3 Pigmento fotosensible en los ojos. 4 además de muchos otros cambios. Incluso el sistema excretor (excretor) de la rana está cambiando para adaptarse a la nueva forma de vida. 5

Los biólogos están desconcertados por la mega complejidad de este "renacimiento" que se produce en los estanques ordinarios. La rana que toma el sol en una hoja de un nenúfar es un resultado sorprendente de los muchos cambios que ocurren de manera consistente con una precisión asombrosa en el orden correcto. No sería una exageración decir que la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos simplemente se desvanece en comparación con la "coreografía" del proceso de metamorfosis de la rana. La vida de un renacuajo se habría vuelto más complicada si, por ejemplo, su cola hubiera desaparecido antes de que las patas hayan crecido. Lo mismo se aplica a sus órganos internos, huesos, sistema nervioso, procesos bioquímicos, etc. ¡Cualquier falla puede detener todo el proceso de reorganización del cuerpo ... y llevar a resultados bastante lamentables (para un renacuajo)!

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Programa muy dificil

La información fantásticamente compleja codificada en el ADN, que permite que el renacuajo se convierta en una rana, indica claramente la Mente Superior, Quién la creó. Dicho programa no se puede formar de forma natural: demuestra el resultado final originalmente previsto.

Todos los pasos están interconectados.

Años de investigación han encontrado varios niveles de los procesos necesarios para lograr esta "transformación de la vida". 1 Por ejemplo, para que la cola desaparezca, son necesarias operaciones micrologísticas programadas con precisión. Primero, el renacuajo detiene la formación de células musculares de la cola. Después de eso, produce una serie de enzimas altamente específicas que disuelven las células de la cola.

Luego, en el momento adecuado, estos "pequeños asesinos" se conectan e inyectan en las células de la cola de todo tipo. Finalmente, los macrófagos perdidos absorben estas células muertas para reutilizar sus componentes y nutrientes en otras partes del cuerpo (es decir, la cola no se descarta, sino que es absorbida por el cuerpo).

"Cambiar" no significa "evolucionar"

Entonces, ¿qué tan justificada es la afirmación de que este es un ejemplo de " evolución en acción "? ¿Es la transformación de un renacuajo en una rana un claro ejemplo de evolución?

Muy por el contrario! Aunque el renacuajo puede parecer un verdadero "pez", ha sido una rana desde su nacimiento. Todo lo que necesita para el renacimiento (es decir, toda la información genética, los diagramas y los programas) ya está incorporado en el código de ADN almacenado en los núcleos de las células del renacuajo. En este nivel micro, encontramos no solo un plan de desarrollo completo para la rana, sino también una fábrica completamente funcional con todos los mecanismos y equipos necesarios para poner en práctica este plan.

El genoma de los peces no contiene la información necesaria para convertirse en un anfibio, y no tiene dónde obtener dicha información.

Esta información incrustada es la diferencia clave entre el relato evolutivo (como si los peces evolucionaran hasta convertirse en un anfibio) y el mundo real (en el que el renacuajo se convierte en una rana). Desde el mismo momento de su nacimiento, el renacuajo ya está equipado con un conjunto completo de instrucciones "cómo convertirte en una rana". Por el contrario, el pez contiene instrucciones genéticas solo para "construir" ... ¡pez! El genoma de los peces no contiene la información necesaria para convertirse en un anfibio, y no tiene dónde obtener dicha información. De hecho, es dudoso que haya al menos un ejemplo indiscutible de cómo los mecanismos evolutivos introdujeron nueva información en el plan genético de cualquier criatura.

Por lo tanto, la metamorfosis de un renacuajo en una rana no es una confirmación de la evolución; por el contrario, es otra clara evidencia de la obra de filigrana de Dios Creador.

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Referencias y notas

1. Shankland, M., Metamorphosis, sbs.utexas.edu, enlace verificado en 2007 Volver al texto
2. Gilbert, SF, Metamorfosis: la reactivación hormonal del desarrollo, ncbi.nlm.nig.gov, enlace verificado en enero de 2005 Volver al texto
3. La hemoglobina renacuajo se transforma en hemoglobina adulta, que se une al oxígeno más lentamente y lo libera más rápido. Enlace 2. Volver al texto
4. El pigmento fotosensible primario de la retina cambia de la porfiropsina a la rodopsina. Referencia 2 Volver al texto
5. Los renacuajos (como la mayoría de los peces) emiten amoníaco, mientras que las ranas adultas migran al sistema excretor con urea, que consume menos agua. Enlace 2. Volver al texto
6. Weston, P., Ranas - Jeremías no era una rana toro , Creación 22 (2): 28–32, 2000 Volver al texto